Todos los municipios de España miraban este sábado hacia sus ayuntamientos, menos uno. Zaldibar tuvo la mirada clavada en la cuesta de Goierri, donde se celebró una de las bajadas de goitiberas más interesantes de Bizkaia. También una de las últimas. Miles de vecinos se han arremolinado durante toda esta tarde en el lugar, burlándose de la incesante lluvia y disfrutando de un espectáculo que, siendo presente, no está exento de nostalgia.
Hubo un tiempo, en los lejanos años setenta, en que lanzarse por una calle en goitibera generaba en chicos y adolescentes la misma adrenalina que hoy puede provocar montar en parapente o dejarse caer haciendo puenting. Más o menos. Pero el mundo de las goitiberas de hoy poco tiene que ver con los rodamientos ensamblados con cuatro maderas con los que los chavales se jugaban la frente y las costillas.
Un público entregado
El club local Aldatsa Taldea lo ha demostrado hoy con la celebración en la localidad de una de las bajadas más relevantes de Bizkaia de estos locos cacharros. Siguen siendo artesanales y poniendo más que las pilas a todo el que las maneja, pero hora llevan ruedas de goma, sistemas de frenado para aumentar su seguridad y alcanzan auténticas velocidades de vértigo. Quizás 80 y 100 kilómetros por hora sean velocidades inapreciables en un turismo de último generación, pero sobre una goitibera, por muy adaptada al siglo XXI que esté, suponen toda una experiencia. Una auténtica descarga de estrés.
El temporal ha querido deslucir la competición, aunque no lo ha logrado. La organización se ha visto obligada a retirar parte del montaje, cartelería… Pero el público, fiel, aún así, ha respondido. «La gente, pese a todo, ha aguantado. Ellos están por nosotros y nosotros para ellos», consideró Oier Letamendia, que expresó su satisfacción por el nuevo récord de la convocatoria. El año pasado se alcanzaron los 28 participantes. Esta vez, ese techo se ha roto y se han alcanzado los 31.
«Alucinante»
La prueba de hoy la han ganado Joseba Bilbao, en la modalidad de neumáticos; Eder Zabala en ‘Speed Trike’; y Unai Loiola en Uretano. Además, Mikel Martín se llevó el máximo galardón en europeas y Antonio VIllanueva ha hecho lo propio con las clásicas, rodamientos. Eneko Irureta se ha hecho, asimismo, con el trofeo de la modalidad libre. «Hemos tenido varias caídas, algún susto, pero nada grave», comentaba Oier Letamendia, miembro de la organización, tras la entrega de premios. «Ha sido alucinante, todo ha salido a pedir de boca», ha resumido. Las gotiberas no mueren. Aún tienen mucho recorrido. Llueva, truene o se elijan los alcaldes.