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Albistea

La Fórmula 1 de las ‘goitiberas’

Zaldibar acoge este sábado una de las bajadas más relevantes de Bizkaia de estos vehículos artesanales gracias a Aldatsa Taldea.

Bajar por una carretera alcanzando casi los cien kilómetros por hora con un ‘bólido’ hecho a mano. Este sábado Zaldibar acoge a partir de las cuatro de la tarde una nueva competición de las goitiberas y Antonio Villanueva, miembro del club local Aldatsa Taldea, descubre los entresijos de esta competición que comenzó décadas atrás. «Desde finales de los 80 había un grupo en Zaldibar que tenía un par de goitiberas. Fue cambiándolas, haciéndolas mejor de forma manual y artesanal y en la década de los 90 comenzamos a realizar bajadas por Bizkaia, eran goitiberas con rodamientos. A partir de estas fechas, comenzaron las cubiertas con ruedas de coche, moto y una serie de vehículos que antes no se veían pero ahora sí», explica Villanueva.

En la actualidad, existen cinco categorías: neumática, europea, uretano, ‘Street luge’ –monopatín de alta velocidad– o ‘speed trike’. Precisamente esta última es una de las más espectaculares. «Son unos triciclos que tienen unas ruedas de atrás de pvc y algunas derrapan más y otras menos. Hay otros que bajan en bicis pequeñas y les ponen un contrapeso para que corran más. Y también hay pilotos que bajan en tablas más largas y también han llegado a descender de pie en tablas ‘Street luge’» explica.

Estas creaciones artesanales sin motor terminan por convertirse en máquinas para competir. La seguridad es uno de los elementos más importantes de estos vehículos y los pilotos llevan un casco, guantes, ropa con protección en las rodillas, hombros y codos e incluso espalderas de moto, dependiendo de la modalidad. «En el resto de categorías, las europeas son verdaderas barquetas, las neumáticas llevan tres o cuatro ruedas y son vehículos bastante rápidos y las de uretano están hechas con ruedas de patinete» añade, antes de apuntar que las sputnik son las más sencillas compuestas por cuatro palos y con ruedas de tabla.

100 kilómetros por hora

Las primeras goitiberas eran de madera. En todos los barrios de los pueblos había estos primitivos vehículos gracias a los rodamientos que de los numerosos talleres existentes. «Los padres los sacaban de las fábricas y los chavales componían estos vehículos. Poco a poco empezaron los primeros campeonatos. Las primeras eran con ruedas de rodamiento más grandes y se empezaron a transformar con ruedas de goma, de neumáticos, mucho más veloces y seguras para frenar. La gran mayoría son manuales y artesanas», explica.

Pueden alcanzar la velocidad entre 80 y 100 kilómetros por hora, aunque el zaldibartarra Oier Letamendia en una tabla larga tumbado alcanzó los101 km/h. Los problemas con el asfalto que surgieron en la década de los 90 en el municipio dieron paso a unos años sin organizar competiciones. El joven vecino Eneko Iraeta se propuso recuperar esta tradición hace dos años y organizar una prueba junto con los hermanos Urizar, Oier Letamendia y Antonio Villanueva.

«Además, conocimos a la asociación Maldan Behera, surgida en Legazpi y que organizan la Euskal Inertzia Kopa (EIK) y la de este sábado en Zaldibar es una prueba puntuable dentro del circuito, compuesto por 15 citas.

«El recorrido de la prueba consta de una gran dificultad. Es muy rápida, muy pendiente y muy corta. Los participantes dicen que es muy segura a pesar de que el año pasado, debido a la lluvia, se salieron muchos pilotos de la pista con ruedas de uretano. El año pasado, en la distancia comprendida entre los 750 y 800 metros se batió una marca de 56 segundos», manifiesta Villanueva.

De momento, son 30 los participantes procedentes de diferentes municipios de Euskadi que estrenarán sus bólidos este sábado, que ha contado en anteriores ediciones con la presencia de pilotos cántabros y maños. ¿Qué es lo más importante a la hora de completar correctamente la distancia? «Ponerte los pelos de punta. Cuando uno baja, es muy importante trazar bien y frenar a tiempo. La goitibera coge impulso hacia abajo y consta de un volante para dirigir y un freno» prosigue.

Se entregarán tres premios por cada una de las cinco categorías más un premio local y un premio libre a los participantes en una prueba que está organizada por el Ayuntamiento y el club Aldatsa Taldea. «No hay entrenamientos porque para eso tienes que parar las carreteras. Y lo que hacemos es que uno espere al final de la calle y nos diga que no hay ningún coche para poder bajar la cuesta» concluye.

Javier García LegorburuEl Correo